Estás en el mundo y la vida es lucha,
lucha por la vida que la vida te reclama,
pues ella es más total y exuberante
en el fragor de tu batalla.
Que no te detengan las aguas ni las llamas,
no estarás vencido mientras tengas esperanza;
después de terremotos y tormentas...
después de fríos y noches largas,
siempre salió el sol y hubo mañanas
en que jugaran niños en las plazas.
No hay motor más potente que el Amor, así que ¡Ama!
que toda la fe del mundo, que todo el valor no será nada,
si la meta de tu vida son las cosas
y no la cosa más hermosa: ¡El Amor!
Consíguete una causa, una causa honorable y santa,
que exija de ti ser cada día mejor
y te obligue a edificar tu alma;
ama la lectura y nunca desprecies los consejos de las canas,
¡aprovéchalos antes que se vayan!
Verás: en tu existencia conocerás a muchos,
pero hay solamente dos clases de personas,
las que viven la vida y las que sólo la ven pasar...
¿Cuál de ellas quieres ser?... Tú decidirás.
Estás en el mundo y la vida te reclama,
pon tu fe en Dios, ten esperanza y ¡ama!