A ratos voy tambaleándome por un tortuoso camino,
despacio por no pisar los sueños que vas sembrando,
no queriendo elegir entre los tuyos y los mios propios,
deseo conjugarlos y hacer al verbo carne del deseo.
El beso de amigos se reveló contra la fraternidad,
dulce melodía tocada sobre la carne desnuda,
instrumento del alma que vibra al acariciarla,..
con más intensidad cuando el amor la orquesta.
Aquél viaje en tren mi alma se hizo consciente,
tocó la tuya en el punto que a la vida se abre
para expresarse plenamente con el calor radiante
que me inunda al instante solamente con mirarte.
Equidistante entre tu morada y la mia está el verde valle
donde los sentimientos crecen como flores en primavera;
Allí el rocio refrescante los humedece cada amanecer,
y ellos agradecidos se abren apaciblemente a la luz cálida.