EL IGNORANTE

Plagio 1. Las sonámbulas ojeras de mis ojos







Lagañas destiñen las sombras
achuradas en mis párpados
que contaminan el origen de la imaginación

                         -aquí estoy-
soportando el peso de la noche[

mi balanza sombría soporta
       el equilibrio del tiempo

que se va llevando
                            los vestigios

de un hombre que no quiere morir...

Me queda mirarme de frente

oír el cantar de los ángeles


levantando su velo

me saluda ella   -traslucida-
                           -casi fracturada]


era la aurora, eterna imagen del cielo

me tomó de los ariscos reflejos


y levita, cada pétalo de su falda
incitando al baile de las hojas
de entre el aplaudir de la tierra

¡aw! ese olor de la tierra mojada
cuando humedece la paz del alma-

Volando por la fría capa

que cubre lo extenso del alba

despeinando las negras siluetas
de la mañana casi fracturada

y se editó una sonrisa durmiente
en gemidos de animalitos voladores

evocando desconocidos lenguajes
quebrando el aire de vidrio de sus picos-

¡Si era ella!
               el lenguaje sutil de la cama

¡Si era ella!


Las palabras desbordándose
en la porcelana de un café inmortal
                                          -suave-
                        de sabor nocturno -
finalizando en la alarma del espíritu

Era ella vestida de migajas carismáticas


Un maniquí extenso y viviente.

Sonreía al alma en mi pena de estatua.

En su corazón suspiraba el letargo onírico.

Era aquella noche del mañana en mis ojos-