Prefiero dos minutos
de una llanto honesto junto a ella
que mil noches
de risas falsas en su ausencia.
A tus cabellos revoltosos
les dedico mis suspiros
a tus ojos engañosos
los conozco de memoria,
los veo por la noche
al cerrar los míos aletargados
A tus labios ponzoñosos
los persigo con los míos,
los conozco suaves, dulces, cautivantes
mas nunca han sido míos
mas nunca me han tocado
mas nunca me han besado
A tu sonrisa mentirosa
a tus fingidos camanances
cautores de mi amor
les prometo mil intentos
de fuga sin victoria,
blandos arrebatos
de rebeldía inofensiva
berrinches pasajeros
de un esclavo condenado
A tu mente, a tu laurezca mente
no se que más decirle
y en verdad me frustra
me ahoga
me sofoca
me desgarra.
Y a usted
amable señorita,
no le hago más promesas
más que ser el mismo idiota
que le arranca las sonrisas,
que la abraza cuando llora,
que irrumpe en su día,
que perturba su humor por la mañana.
Sin embargo, señorita,
aunque me duelan sus cabellos,
sus ojos
su sonrisa y su mirada
le prometo ser ese ignorante,
ese ciego sin bastón. esa ave
encadenada que se asusta con la idea
de salir de su rincón.