Le encargo a la vida que me acune
en sus manos y me entregue al desvelo.
Que la parca me cuenta mentiras
Y se mee de risa mirando mis ojos.
Puedo escuchar la soledad que se peina en mi espejo
y sonrie de pena enrulando su orgullo.
No me deja.. no, no me deja cerrar el libro,
y borra cada trazo que escribo en mi pecho.
Y si no despertare jamas, soñare con las flores
que se secan de frio, esperando que llegues.
y que muere ese chico que vive en mis ojos
acostado en su cama mirando tu foto.
Ahogarme en la arena, espesa del tiempo
abrazando al espanto a que me pases de largo.
Y en el mortuorio momento que mis ojos se cierren
entregarme a la vida que me empuje de nuevo.
Enlazar los recuerdos dejando de lado
los que tatuaban tu rostro.
tirarlos bien lejos, olvidando el encanto
que ocultan los ojos que reflejan el miedo.
Lemos Maximimiliano Daniel
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