Las miradas,
las miradas me seducen,
me cautivan, me inquietan
y por extraña razón
siempre sigo las miradas
He visto miradas suaves
en cuyo fondo hay bondad.
Otras las he visto tristes,
son presagio de tormenta.
Algunas miradas son breves,
se me esconden, me rehuyen
y otras miradas furtivas
son coquetas; enamoran.
Hay miradas que me oprimen,
me fustigan, me cuestionan.
Otras buscan en mi alma,
lo escondido, lo secreto.
Las miradas mas pequeñas
me hablan de un mundo bueno
y las que tienen los años
van cargadas de experiencia.
Hay miradas tan oscuras,
negras, como noche de lluvia
y hay otras que son tan claras
que hacen sonreir al alma.
He visto muchas miradas,
algunas son sugestivas,
me proponen aventura
y otras lo aceptan todo
y nunca proponen nada.
Incluso he visto
la muerte
mirando en una
mirada.
Las miradas yo las sigo,
en ellas veo intenciones
adivino pensamientos.
Y mira;
que de todas las miradas,
las seguidas y las vistas,
me he quedado
con la suya...
Y nunca me dice nada.