Las razones para llorar son tantas
como las razones para reír,
caminar jugando en la cuerda floja
mientras se posan en la balanza.
Mariposas y murciélagos,
palomas y cuervos negros;
a veces es difícil decidir,
hacia dónde llevar la mirada.
Las razones de mi alma
son a veces distintas
a las que disputan
mi mente y mi corazón.
Ella sólo busca continuar
su misión hasta culminarla,
y luego cesar de existir,
mientras los dos porfiados
emprenden batallas
que son sólo un desgaste,
una distracción de mi fin.
En las auroras se recapitula
la meta propuesta hace tiempo,
antes que llegaran lluvias a revolverla;
y de repente todo retoma su posición.
Nunca he variado con respecto de ese objetivo,
en mis adentros la misma musa reposa,
su casi silente voz aún me llama
no me despido todavía de ella,
lo haré cuando la abrace...
y ella... ella me muerda.
- Mis Sentimientos