Juro que el volar de aquellos pájaros,
se asemejan a uno de mis sueños.
Un simple gorrión o precioso zorzal...
Incautas aves más que recelo existe,
por su tenacidad para escaparse,
o impetuoso cantar al enfrentarse.
Envidio su naturaleza divina.
Aquel don de la apreciada libertad,
frágiles alas ante cualquier deslealtad.
Claves reflejos han de tener para vivir,
fijas cualidades preferí suprimir.
Sentir que hasta mi alma parece lejana,
soñar con recuperar mi visión tan humana,
por forjar aquel carácter sólido y volar.
Sueño con al fin permitirme expresar.
Leslie Erne. 16 años.