Frío bullicioso, silencio friolento
Viento que aúlla ausencia
Entre las hojas que trémulas
Al azote se estremecen
Y el sol tímido se ahuyenta.
Entre austeras gamas grises
Este casi fin de noviembre
Es un augurio de epílogos
De un año más que agoniza
En una tenue llovizna.
Y esta soledad, la ya conocida
Sigue estampando su firma
Entre sábanas níveas
Y no quiero salir de la cama
Hay cierta tibieza en mi almohada.
Dormir, soñar, dormir...
Con ojos cerrados o abiertos
Qué más da si despierto
Con la misma sensación
De otro día… vívido pero desierto.