carminha nieves

TE RECUERDO, MAMA.

                                                

 

Tus rugas beso, Madre. Tu cabeza blanca la acaricio. Tus manos ya con poca fuerza, las cojo e las beso.

Te miro sentada y pasa por mis ojos tu belleza de las fotos de antaño.

Que lastima no haber sentido mientras niña tus disgustos, tus miedos, tus desilusiones. Eras una bella mujer, alta e

con elegancia, los ojos aún tienen el verde, que recuerdo. Tú lunar en el mismo sitio, que lo pintabas con lápiz negro

 Para mí eres la misma, te quiero como siempre, tienes la belleza igual. El tiempo no te envejeció, al  revés, te ha

embelesado con la sabiduría del  aprendizaje de tantos años vividos.

Sé que no toco tu piel, ya no estás, solo tu foto, pero te siento te oigo como si fueras real. Remordimientos no tengo 

Siempre, una buena hija he sido. Echo de menos  tu graciosidad, al contar un cuento de tu juventud, hacías reír, se

Pasaba bien las noches junto a la estufa  de carbón, calentitas, oyendo el viento invernal entrando por las rendijas

de las ventanas antiguas. Mi compañía la tuviste siempre, quedaba mirando cómo te arreglabas, de los polvos  e los

coloretes, ya no hablando de la barra de labios color roja.

Casi ni dabas por mí, había una diferencia de edad grande entre mi hermana,  mayor, yo era puesta de lado,

mientras hablabas con ella.  En la distancia hoy me doy cuenta, pero como solo quería en aquella época jugar, no

me aburrió.

Madre, también ya lo he sido, pero no tengo quien me mire en una foto y acaricie mis cabellos, ni mi piel. No soy

nada, para nadie, intento engañarme, pero es la verdad. Me han matado sin haber muerto.

Mañana entra el mes de tu cumpleaños, ¡que gracia me hacía cuando quitabas un poco a tu edad! No merecía la pena eras bella, tu porte majestoso y sencillo al mismo tiempo, te hacían única, por lo menos para mí.

Normal, que rompieras una foto mía, con una galleta en la mano, tenía unas piernas tan delgaditas, que comentaste que parecía tísica e llena de hambre. De estos recuerdos aunque no lo queramos, se viven momentos felices.

A donde estés, un beso con amor de tu hija  Carmiña.

Porto 30 de Noviembre de 2013

Carminha Nieves