Con enjambres de versos
rellenaron tu almohada
los poetas celestes
y te hicieron rapsoda de odas y romances.
Tus letras parecidas a los lechos de flores
son el lugar propicio donde aparcar el alma.
Sobre amores y lirios nos das siempre lecciones
y el sol de tus albores, sin querer, nos empapa.
De seda tu palabra, de infinitud celeste,
de acrisolar estrofas,
con tu mar de visiones, con tus alas.
Una aventura larga es tu canción
un hondo suspirar, un admirarte.
y es tu azul-letra, saeta y corolario
de tu alma libertaria.
¡No dejes de decir!
¡jamás tu boca cierres!,
¡no calles!.....“Gaia”, la de la tierra fértil
la de verdes metáforas,
tu mano no aquietes
libera tu palabra con la aurora
y déjala volar.
andrea