Encontré un paisaje hermoso en el cuerpo,
el secreto que guardan las horas,
desnudo y sin aliento,
entre arrugas, que fueron testigos de grandes obras.
Con un payaso sin un gramo de gracia,
sin mago que creara ilusiones, ni flotara a la imaginación,
en una carpa polvorienta llena de malicia,
en las llenuras de alegría y decepción.
Solo el color marino de los ojos de aquél,
que llego tarde al reparto de sonrisas,
las cuales no puede ni el mismo entender,
la razón del fracaso y sus desdichas.
Es así como voló y encontró aquél gorrión,
buscando en su camino el calor,
de quien en su mano cuidara de el por medio de una canción.
y volverá al vuelo de la vida y su esplendor.
UN AMICO