De roca y arena
Apariencia de gélida roca,
en las yemas te vas deshaciendo
de mis dedos. Te abrazo, te tiendo
y me bebo la miel de tu boca.
A mi piel, que, desnuda, te toca
y te abrasa cual cántaro hirviendo,
tú respondes amando y gimiendo
de manera fantástica y loca.
Moriría, cariño, de pena,
en tu cuerpo feliz navegante,
si algún día me fueras ajena.
Que preciso gozar, tierno amante,
de tu cuerpo, de roca y arena,
como el agua del mar incesante.
Rafa Dedi