Donaciano Bueno

El hospital Central

Dentro el susurro camina

en muros vestidos de blanco,

de ojos perdidos el llanto

en su faces se adivina.

 

Vagan como el alma en pena

cual fantasmas de otro mundo,

de su semblanza serena

afluye un sueño profundo.

 

Por ser vidas anodinas

no pasarán a la historia

cada una aquí termina

sin su minuto de gloria.

 

Cada uno es cada cual

y cada cual está en su esquina,

en el hospital central

no existe una vida igual

y la muerte es asesina.