Raúl Daniel

¡Préstame tu sueño!

(a Olga B. Escobar)

 

Hermanita Olga,

podría decirte

un montón de cosas

(y tal vez lo haga,

aún también me valga

de alguna metáfora).

 

Yo sé que mis versos

llenaron tus ojos...

mis versos escritos...

tus ojos profundos...

tus ojos hermosos...

(para la dulzura que manan,

¿te bastó una zafra...?

 

El Cristo que llevas

prendido en el alma,

con ternura llena,

con ternura y calma

tu sonrisa tierna

que al Señor agrada...

 

Tu figura grácil,

tu frágil estampa

y tus ademanes,

de ángel, de hada,

sacuden mi estro,

despiertan mis manes

y ¡eclosionan versos

símil de volcanes!

 

De toda la gama

de delicadezas

no te falta nada:

juventud, belleza,

virtud y nobleza...

¡amor, fe, esperanza!

 (Unidos en Cristo

el tiempo que falta

a su Parusía

¡no será tardanza!)

 

Dios me ha revelado

que tienes un sueño,

¡un sueño dorado!,

un sueño en que el hambre

y el dolor no existen,

ni pobres ni ricos,

y que todos visten

bellos trajes blancos.

 

Jardines flotantes...

sonoras cascadas...

muchas mariposas

que en el aire vagan,

no llantos, no guerras,

¡sólo risa y canto

por toda la tierra!

 

Hermanita Olga,

préstame tu sueño,

quiero hacerlo estrofas

¡de un poema eterno!