Descorchar semillas del pudo ser al eterno después,
de satisfacer mil y una verdad después de la ultima despedida, sin rumbo fijo,
con brújula a los cinco minutos mas matando al despertador con un orgasmo a una sola mano.
De ver a lo lejos a alguien y recordar ese te llamare mañana, o esa promesa del tomaremos un café un dia, ese dia mas puta de la vida en el altar de los casuales encuentros sin poder dar marcha atrás o fingir una llamada.
De ser ese mejor cantautor que Sabina en la ducha con agua fría, sin afinar los acordes que des abrochen el sujetador a Eva tomando el sol o que judías Folle con Magdalena.
De ser visto y no visto entre ese libro de poemas y esa parada de bus puntual como siempre y cabron que nunca recogiendo esa ultima maleta con nuestros despojos de lo que fue felicidad.
Carles campomar