De silencios ahorcada, hasta el cuello,
con un amor que llegó a destiempo,
encontrándome con las manos vacías
y una boca, de nostalgia, cosida.
Sin nada que decir, sin parlamento,
balbuceos que se lleva el viento.
También está mi carne enmohecida,
por ausencia de caricias,
todas se las llevó la brisa.
Debajo de la piel
se oculta la melancolía,
porque hay otras bellas
como las estrellas…
La vida me ha negado la hermosura,,
de eso me doy cuenta…
yo también espejo tengo, que es la luna,
aunque desgastada, pero alumbra.
Ella no me miente, estoy segura,
segura estoy, que la vida
me ha negado la hermosura.
Felina