Carta I
A Monique
Mientras espero, veo andar tonalidades distintas del cielo trás del cerro que muda mortaja : a veces fronda, otras llama, incluso nieve.
Mientras espero, camino: a veces con los ojos entre los tuyos, otras con mis preguntas de huella en tus dudas, incluso compré los derechos de mis sueños, para amoldarlos a tu presencia, por tu presencia. Ahora los dirijo a placer, en ellos dispuse de un velero que ancla en muelles de un mar como el mediterráneo, (y me disculparas haberle puesto tu nombre: Monique I ) para llevarte a tomar un Merlot entre las ruinas de Ankor , bajo los matices azules de un cielo de Chagal , y un cuarteto de gaita, violín,mandolina y piano al fondo. Los lugareños se extrañan cuando viajo solo. No dudan en preguntar por ti. Confieso mis imprudencias - Siempre fui vena ansiosa, ligero de labios; sufro el influjo del sedante musino que segrega mi propia alma al enamorarse de súbito- Me reprenden. Son como duendes sabios salidos de los árboles. Cuando viajo solo, el paisaje prescribe: las flores de Monet se opacan, las frutas de Cezanne, marchitan, Chagal grisea…
Mientras espero, he aprendido a resguardar la sensatez, a bruñir la cordura, a leer tu mano entre las líneas de tus poemas preferidos, e imaginar tu voz en el Om de los árboles.
Mientras espero, recuerdo el principio: como todo inicio de la buena fortuna, las cosas fueron inciertas pero alegres. No sé si la fortuna sea mutua o similar, mas, en lo que a mi concierne, la tengo en gran estima y mejor resguardo.
Mientras espero, escribo de ti con tres pinceles: amor grueso, amor profundo , amor vertical. Hablo de ti en tres idiomas: esperanza ingenua, esperanza tierna, esperanza incierta. Traduzco tus silencios, tus frases cortas, tus ausencias, el No, firme, el Sí, poco conciso , el Talvez, sin cuerpo, y todo me conserva, me mantiene. Sé que mientras espero, serás consuelo, y avidez de inspiración, y eso es más que un amor de carne y hueso. Eso es más.
PD
No me busques hoy, no soy la versión mejor de mí. Mientras espero