Busqué tus cartas con anhelo
entre los recuerdos dormidas,
cartas que guardan amor infinito
con aroma de nardos y jacintos.
Cada una de ellas encierran
los mejores años vividos,
los ilusionantes momentos
que los dos compartimos.
Las contemplo emocionada
admirando su bellísima caligrafía
que dulcemente me envolvía
y que me tenía hechizada.
Y repaso lentamente
cada una de sus letras
con enigmática sonrisa
por fantásticas y bellas.
Con ellas entre mis manos
voy desgranando primaveras,
soñando con inviernos ya lejanos
y aquellas melodías nuestras.
Y he sentido tu perfume
y el calor de tu presencia
y he notado tus caricias
en las noches de luna llena.
Las recojo con cuidado,
con lágrimas en las mejillas,
por un momento han pasado
cuarenta años de nuestras vidas.
Y dormidas seguirán estando
\"como el tesoro más preciado\",
entrelazadas con una cinta
de color rojo y morado.
Rojo como nuestros corazones
vestidos de pureza inmaculada,
morado como mis dolores
en la serena madrugada.
Tus cartas son los senderos
donde dejamos nuestros sueños,
aquel amor que encontramos
y que hoy echo tanto de menos.
Fina