No me rechaces.
No me tengas miedo.
No soy un asesino.
Sólo soy un cobarde
que abofeteó en un momento
de locura.
Ella fue muy abrupta
en sus expresiones,
me puse nervioso,
y le di una cachetada.
Sólo le pegué,
y estoy arrepentido.
Tú por ser su hermana
es justo estés de parte de ella,
pero no huyas de mí.
Si quieres vengarte,
enfréntame y abofetéame.
Merecería que tu mano
golpee mi rostro.
Ella me ha abandonado,
y me arrepiento
haberlo hecho.
Ella lo sabe,
y me ha castigado
con su ausencia e indiferencia.
No hagas tú lo mismo.
Me siento mal por lo que hice...
Me duele huyas de mí.
Estás despechada
porque la elegí a ella.
De qué me sirvió
quererla, si ahora
no me puede ver...
Me demostró que me amaba realmente.
Mi impaciencia y mi intolerancia
me llevaron a la cobardía de abofetearla.
Tú me amabas,
pero la elegí a ella
porque me enamoré.
Ahora no está a mi lado.
Pero sé que aún me ama,
y haré todo lo posible
para volver a conquistarla.
Eres su hermana...
te comprendo, pero
no huyas de mí.
Hazme el favor
de decirle lo que
te encargo.
Te pido no huyas de mí.
Derechos reservados de autor( Hugo Emilio Ocanto - 02/12/2013)