Cuando el rey sol ilumine tu faz,
y su luz entibien tu entorno,
servirás de modelo...bello adorno,
y desparramarás de tus ojos, de luces haz.
Conociendo el sol, de tu vida sus virtudes
y sabiéndose complice de tus secretos,
se asoma cauteloso...prodigio de respetos,
sin lastimar tu intimidad e inquietudes.
Acaricia en tu aposento, tu desnuda piel,
que cubres con sábana blanca y olorosa,
con perfumes emanados de un clavel,
Te despiertas tan llena de ti, con embeleso,
rompiendo el embrujo del sueño aquel,
donde protagonizamos...¡el robo de un beso!.-
Por: Alejandro O. de León Soto
Tijuana, BCN. MEXICO, Dic. 2/13