Pantanosos los caminos,
anegados los senderos,
aprendiendo a sortearlos
siguiendo entre la bruma
señales vislumbradas
tras experiencias no muy finas
de otras épocas pasadas.
Poco a poco en ese andar
las rutas van aclarando,
mirando con interés,
con profunda sencillez,
cómo por la vida en balde
al menos no va transitando.
Claridad de mente se lo dice,
sentimientos de gran humanidad,
la cosecha de plenitud y bienestar
en medio de la luz y unidad universal.