Poemas de Pepita Fernández

PALABRAS QUE CALMAN LA SED

PALABRAS QUE CALMAN LA SED

    

En cada aurora

hay un presagio funesto

del día que muere vacío

si no te escucho.

 

 Pero el alba alienta bermellones

 en las claras tintas de la noche

 si tu luz se sonoriza y fluye

 como un río que baja

del monte azul de mis nostalgias

 cuando te escucho.

 

  No me hables... pero no te calles

  tu palabra cobija mis vuelos

 aún con tu silencio...yo soy fuego.

 

  (Antes publicado  con verso y rima libre)

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           (El mismo en redondillas)

 

Hay un presagio funesto

de la aurora, en su azul frío,

que el día muere vacío

sin tu fuego manifiesto.

 

El ocaso rojo alienta

en las tintas de la noche,

unas rimas en derroche

fluyendo canción sedienta.

 

 Mi poema se desliza ...

por el río desde el monte,

besa el cielo su  horizonte,

y tu luz se sonoriza

cobijando en paz mis vuelos. 

 

 ¡¡No me hables, pero no  calles!!.

Eres frescura en mis valles,

tu silencio enciende anhelos

cobijando en paz mis vuelos.