EL MUNDO Y SUS PASIONES (Poema en prosa)
Elsy Alpire Vaca
Cuando somos niños y vivimos inocentes, sin conocer pasiones, todo es goce puro en nuestro corazón, solo habita en nuestro ser el beso casto, la tierna mirada y silenciosa confianza, la fe en el por venir y sueños de esperanza.
Pero el dominio de los tiempos se alza y corre, es como una delicada flor que el aire puro de la dicha quiere, y cuando llega el amor con su bagaje de dolor que la frente toca, entonces la inocencia se doblega y muere.
No es verdad acaso que temprano a veces se oculta la dulzura y tan pronto puede apartarnos la certeza firme, para mostrar que existe aquella incertidumbre de la negra noche en el nacer del día.
¿Por qué entonces no podemos ser felices? ¿Por qué cambiamos tanto y no somos constantes? ¿Por qué, en el débil corazón humano se hacen eternos siglos los instantes? Damos lugar a dudas e incertezas, diluyendo aquel intento de pretender que podemos eliminar la sombra de las frustraciones.
Es que ignoramos lo que tiene el mundo: ¡Pasiones! Y ciegos no pensamos que hay envidia, interés, deleite inmundo, que deteriora el alma pura, que amó como los ángeles la original ternura, iba a encontrarse sola y sin defensa ante la maldad del mundo y sus pasiones.