Cada día observa las miles
de cosas que tienes
para agradecer
y las cientos de cosas
que has hecho bien;
nunca olvides de felicitarte
por todo lo que alcanzaste.
Si el pasado fue cruel,
cada día es una oportunidad,
de alejarse del ayer.
Mirar el pasado,
con una nueva comprensión,
ver que todo ha sido,
para ti lo mejor.
No pienses en lo que te falta,
remarca todo lo que te sobra
de bienes, de amistades.
Cada día el Sol sale
aunque las nubes lo tapen,
no quiere decir que no alumbre
todos los rincones de tu alma,
de claridad cada mañana.
No es de sabios excusarse
con los errores de nadie;
eso no es madurar,
es estancarse
sin poder realizarse.
Es tu responsabilidad,
seguir tu camino y avanzar.
Mientras el río corra,
los montes hagan sombra
y en el cielo haya estrellas,
debe durar la memoria
del beneficio recibido,
en la mente del hombre
agradecido.