En tu tierra virgen yo pasearía
bajo el cálido paraguas de tu risa
feliz, liberada;
en la arena de tu playa, crearía.
En tu piel de flor silvestre yo olería
la fragancia de tu mar embravecido,
el perfume de esa voz apasionada
y el aroma de tu vida sosegada.
En el bosque de tu selva misteriosa
yo me perdería.
2 de diciembre de 2013
Pau Fleta