Me gusta tu sonrisa iluminada y magna,
Es como una vela encendida en la noche,
Es que tu cara se vuelve toda armonía;
¡Ay! como me gusta tu refinada sonrisa.
Me gusta cuando eres femenina y sencilla,
Apenas como flor de pétalos encendidos,
De raza natural y con espontánea elegancia;
¡Ay! mis ojos persiguen la delicada silueta.
Me gusta cuando tu nariz es fría y matutina,
De matices rosados que refrescan tu rostro,
Y se ve como nardo que mis manos esperan,
¡Ay! dulce de mujer con fragancia perfecta.