Robledo de Chávela, 19 de diciembre de 2005
Hambre, carencia, necesidad…
oxigeno, calor, ternura…
y que hago aquí, si te necesito
cada instante, cada momento
cada minuto que respiro
cada lágrima, ¡señal de lamento!
ya no sé si sigo y vivo,
pero sé que te necesito
como a tus ojos lascivos
con mirada de deidad,
y resplandor de realidad
de mi bella heroína,
Sé que te necesito,
como los labios a la boca,
como el ruido a la existencia,
como la soledad a la ausencia,
como el retorno a la vuelta,
como el rio al agua,
aborreciendo tu ausencia,
hoy te busco y te encuentro,
y digo no a la carestía,
de tu presencia.
Wicttor