La tristeza del viejo año se quedo
entre las lagrimas de alegría
derramadas al escuchar las doce campanadas
que anuncio el fin del ahora año viejo.
Con las gaitas y las risas
despedimos el viejo año y le damos la bienvenida
a ese nuevo año lleno de esperanzas y sorpresas
haciendo que el corazón crezca entre alegría y tristeza.
Se preparan las lentejas y las maletas,
las solteras pasan por debajo de la mesa,
un billete en el pie, sin olvidar la prenda amarilla,
comer las doce uvas antes de que suene la ultima campanada.
brindamos por el año que se ha ido
y con emoción por el año que inició,
en un cariñoso abrazo familiar nos quedamos
acurrucado en el calor de los brazos de las personas que amamos.
Un feliz año,
Un alegre comienzo,
son mis anhelos y deseos
para todos ustedes desde hoy primero de enero.