La mañana esta fría y el viento siente en su corazón vacio
una añoranza que no puede ser levantada por el dolor
y hasta ella se oculta atemorizada en su pobre desvarío.
Hoy los clarines del destino tocan su final
que hasta provoca somnolencia abrupta
en nuestro quebranto que ya está recogido.
Y es la nostalgia por el amigo que se va,
no solamente el torbellino arrastra
al amigo sino a otros amigos
que no se quieren quedar en la quimera
de nuestras vidas.
Mas la vida los aleja
a otros rumbos de esperanzas
porque hay un encanto de delirio para ellos.
Se alejan de aquí para dejarnos el pecho en hastío
sólo nos queda llenar en este mundo
el recuerdo de sus pasares
en cada espacio de este santuario.
Por más que busquemos amigos
ellos no llenarán lo que ustedes han cultivado.
Solamente espero que disfruten de sus nuevas travesías
y que el tiempo cure las nostalgias
para vivir del recuerdo que todavía
en este espacio está dormido
Se que el tiempo los traerá para que esos amigos
estén con nosotros y logren así curar afligidas heridas
que dejan en el discurrir del tiempo.
Cuando el viento los recoja
ellos vendrán al camino soñado
para contagiarnos de esa alegría desvanecida.
Se que esta triste historia concebida
en cada labios se mitigará
con el acento del adiós sometido
por el llanto escabroso que se hurga en nuestro suspiro.