anfaber

Somos buenos de a ratos

 

Es tan efímera la hermosura del alma

que debieran congelarse los instantes 

cuando la inspiración celeste nos motiva

y acarrea nuestro actuar hacia lo alto.

 

Como una mariposa somos,

con esplendor de un rato

lanzamos luces,

nos sobran los halagos

llenamos de colores el espacio,

hacemos sacrificios a los dioses

después , llega la noche ,

transmuta el ser alado a gusano

sin más alas ni cielos

que los que alcanza a ver detrás de su ventana.

 

Somos de  amor endeble

de compasión  muy frágil

perdemos la caricia en un rincón cualquiera

se llena de polvillo y de muerte

toda buena intención desaparece

y vamos  contramano de otrora luz divina

 

Tan inocentes somos

con  la ilusión de parecer más jóvenes

pintamos el cabello

nos limamos las uñas

nos vestimos de encanto

pero ese ser proclive al sacrificio

de celestial perdón y de sonrisas

solo de vez en cuando reaparece,

 y por unos instantes

que debieran quedar embalsamados

para activar memorias

a la hora en que las sombras se apoderan de todo.

 

andrea