Estás en mi existencia.
Vives en mi corazón.
Tú me haces sentir
maravillosos momentos...
que no quisiera
desaparezcan nunca.
Tú estás enquistada
en mi alma.
Me ayudas a vivir
y a gozar plenamente.
No dejo de agradecer
a la vida
el haberme otorgado
tu existencia en la mía.
Tú me das la paz
que siempre he necesitado.
La que no tenía...
Y llegaste a mi vida
para serenar
todos los conflictos
de mi apenada alma.
Tú me haces desear
no se acabe nunca el día.
Y deseo llegue la noche,
para que juntos
contemplemos las estrellas...
En el silencio de la noche,
escuchamos nuestros gemidos
de gozo y de placer...
Cuando ambos acabamos
de hacer el amor,
quietos nos quedamos
contemplándonos mutuamente,
y besándonos
como si fuese
nuestro último beso...
Tú sigue estando conmigo,
permanece como hasta ahora,
y seguiré siendo
el más feliz enamorado.
Tú, me das todo
lo que mi ser necesita.
Que nunca termine
ésta, mi felicidad, tú...
Derechos reservados de autor(Hugo Emilio Ocanto - 04/12/2013)