MAYÚSCULAS
Nos fundimos en un beso
largo y profundo,
intenso.
Mientras jugueteas en mi espalda
con los corchetes del sujetador
voy desabrochándote los botones,
poco a poco,
uno a uno,
empezando a notar
tu grado de excitación.
Desabotonado el pantalón
introduzco la mano
en su cálido interior.
Firme pero suavemente
acaricio tu miembro
que me recibe erecto.
Aprovecho que has relajado
los brazos que me rodean
para, bien pegada a ti,
descender por tu cuerpo
hasta alcanzar el nivel
de encontrarme de frente
con tu espada ardiente.
Un dulce beso es el inicio
de lo que viene a continuación,
sin reglas ni condiciones
empieza nuestro ritual.
Mi lengua sabia y díscola
calcula con precisión
si el arma está afilada
para culminar victoriosa
la gran batalla
que pendiente tiene.
Tu sabor llena mi boca
y esa sensación me provoca,
noto la viscosa humedad
que me late entre las piernas.
Deshago el camino
volviendo al principio.
Nos fundimos en un beso
largo y profundo,
intenso.
Devorándonos con las manos
mi voz quiebra el silencio
pidiendo que no te demores
que me muero de ganas
de que claves tu espada
hasta el fondo de mi alma.
La embestida es brutal,
sin causar herida alguna,
envueltos en jadeos,
lágrimas y sudores,
nuestros cuerpos convulsionan,
nuestros cuerpos acoplados,
nuestras gargantas se desgarran,
mientras juntos sucumbimos
a la vorágine carnal
del deseo con mayúsculas.
saavick