De tres armas militar,
fue mi abuelo, lo decía.
Él, empezaba a contar:
infante, dragón y artillería.
Infantería.
-Cuando yo comía espinazo,
a pie, me lo recetaba
el hueso limpio quedaba
y sin cerveza mi vaso.
Caballería.
-Después de vasta comida
le montaba a la mucama
a veces dos, sin salida
pero en una buena cama.
Artillería.
-Ser glotón y enamorado
me causaba indigestión
y al llegar al excusado
tronaba como un cañón.