Te cubriré con mis besos de fuego,
Albo campo tan sediento de amor;
Borraré de tu alma todo dolor
Y evitaré como pueda el apego;
No escucharás de mis labios el ruego;
Te entregaré yo de mí, lo mejor;
Vivirás experiencia superior,
Y no lo fugaz de tan sólo un juego
Seguiré ya después por mi camino,
Nunca la vista atrás yo volveré,
No alteraré para nada el destino,
Seré tan sólo un pasado que fue:
Sólo rosas habrá, no cruel espino:
Un grato ayer que en tu campo sembré…