A diferencia de lo que piensas
De lo que absurdamente reclamas
Yo no peleo por nadie
Vives como una combatiente
De una batalla sin oponente.
Luchando contra molinos de viento,
Que siguen su propia labor.
Tergiversas cada cosa
no por mi conciencia,
Tú no ocupas el mínimo espacio en ella
Tengo mis propios problemas
Como para fijarme en los ajenos.
Y tú eres ajena a mi vida
Tan ajena como lo son sus asuntos
Que no me competen a mí.
Vive tu vida y deja que yo vivo la mía
Sin buscarte, ni pensarte, ni mencionarte,
Ni preocuparme por algo o alguien concerniente a ti.
Y escribir, lo hago por desahogo, no para ofender,
No para juzgar, no para lastimar, no para manipular,
No para controlar, no para apabullar, no para hacer
Las veces de Dios, porque cada quien tiene su camino,
Y su ser interior conoce bien su sufrimiento,
A cada quien le toca su hora de zarandeo, yo lo sé
Por experiencia propia puedo decir que juzgar
No nos hace mejores personas,
No me desentiendo de mis yerros,
Pero a cada quien su propios asuntos.
Que te quede claro, muy claro, absolutamente claro
Que conmigo no has peleado, ni pelearás jamás por un premio
Tu especie de premio es todo tuyo si así Dios lo quiere,
No me interesan esas competencias, no puedo perder mi tiempo en ellas.
Ni en seres con egos desencantadoramente mega-inflados,
creyendo que todo el universo se mueve en torno a ellos
Ahora sí, estando todo nítido, no me importa lo que hagan
Con sus vidas, no es mi asunto, ni mi carga,
Yo seguiré mi vida y ustedes allá, espero que muy allá
Con la suya.
Hailjisuus