Se tiñe el verde follaje
desvaneciéndose el color esperanza,
que atontados mis ojos en primavera
alimentaron el alma de ilusiones.
Dos estaciones corrieron
acelerando este corazón en desvelo,
en vano, nada supe de Ti…
más que acostumbrarme al silencio.
Las hojas sueltas al viento
pierden para siempre sus ramas,
¿te habrás perdido
dejando desnuda mi alma?
Puede el otoño adormecer una semilla
devolviéndole la vida en primavera,
tonta fe que me hizo creer
que en letargo Tú permanecías.
El sol atenúa sus rayos
que a veces parecen cansados,
como débil late este corazón
pensando que ya no regresas.
Todo parece dormido
miles de ramas señalando el cielo,
el otoño se llevó las hojas
como de esperanzas,
desmanteló mi corazón.