Fuerte nos suena
a piedra, roca y fuertes cimientos,
que por mil intentos de derribo,
no muestra grieta alguna.
Sin embargo, ser fuerte
mil cosas más es.
Valiente nos suena
a caballero medieval,
a guerrero que toda batalla gana,
a viviente que todo lo puede.
Sin embargo, ser valiente
mil cosas más es.
Fuerte es quel
que sostiene al que cae,
haciendo de pilar,
aupándolo una y otra vez,
con las fuerzas del amanecer.
Valiente es aquel
que aún cayendo veces y más veces,
se levanta sin temblores
una y otra vez
sonriendo al enemigo.
Fuerte es aquel,
que aún llegando la tarde
sonríe a flores y árboles
que con melancolía
ve a su lado, muy lejos ya.
Valiente es aquel
que aún teniendo el frío
aiento de la muerte en su nuca,
sigue luchando por el calor
del ardiente Sol de la vida.
Fuerte es aquel,
que si un río de lágrimas
por su rostro amenaza bajar,
con una fila de perlas fuera,
por su interior se derramará.
Valiente es aquel,
que si un río de lágrimas
por su rostro amenaza bajar,
sin temor alguno
dejará derramar.