Suave es verte postrada y con todo ese amor
tendido en tu esplendor, como dejar de escribirte
si eres fuente de agua fresca.
Como cuando calmas la sed del caminante,
así regresas los poemas a mis pensamiento
eres pequeño Ángel caído del cielo, aun dormido
entre tus alas sin que tus sueño entren al pináculo.
Cruza los cielos iluminando como estrella fugaz
el universo, navegando entre océanos en barca de oro,
tenue es la mirada con la que atrapas
las vísperas de la melancolía.
Arrebatas toda inspiración que atraviesa el portal
de los tiempos dejando una estampida
de dulces fragancias a fantasía para dejar ciego
el pensamiento del género humano.
Creando hipnosis a la subconsciencia y donde
se revuelcan las voces de esas apacibles
palabras atrapadas por la pasión y amor que
toman todas tus fuerzas y se apodera del
cuerpo ya desvanecido y lo hace
vibrar de placer dolor ansiosamente como
una fuerte dosis de escape que te regresa a la realidad.