Un ala tiene plumas, más no vuela por plumas sino por ala.
Un pájaro quería volar por encima de los acantilados, el era un pequeño que desde su nido veía elevarse a los demás y todos los días se preguntaba porque ellos extendían sus alas y se dejan llevar, y él a duras penas abría las alas y no se podía levantar, continuo por años preguntándose lo mismo cada mañana cuando llegaba el viento y sus amigos se alzaban al vuelo y lo único veía volar era su imaginación, un día paso un alcatraz el cual lo vio y le pregunto que porque el siendo un pájaro tan grande no volaba y él le contesto que nunca había aprendido, que había visto por años a los demás volar pero que él jamás había podido, el alcatraz le respondió: que por más que viera volar a los demás para aprender no solo era abrir las alas sino entender que para subir hay que saber usarlas y que no era el viento lo que hacía subir a los demás sino el saber usar el viento, porque muchas veces miramos volar a los demás y nos preguntamos por qué ellos llegan más alto y sin darnos cuenta nos quedamos en el nido ver creciendo nuestras alas pero nunca aprendiendo a usarlas, y no nos damos cuenta que el viento de la ignorancia siempre nos mantuvo en nuestro nido y no nos permitió elevarnos.