Vine para pintarte de verde y alba,
para que te perdieras en el follaje
y la bruma que riega de sudor
la mañana y la piel de la natura.
Harás así, parte de la creación,
más allá de la imaginación que conozco.
Serás savia del viento, luz de cantos,
parihuela donde llevarás las sonrisa
de los dias albos como tu, verdes
como tus hojas, perdida para
todo y viva para mi.
Tienes bajo tu aliento capaz
de construir mi risa, un sabor a alegría,
un puerto donde anclarán mis besos,
el faro donde llega directo
y sin tumbos mi corazón.
Vine desde antes del tiempo a sembrar
en ti mis sueños, a poblar de mariposas
las rosas de tu pelo y haciendo que vuelen
de tu mano todas las semillas, harás
germinar el mundo de poesía.
Conocerán todos que nada existe sin tus ojos
de cristal y miel, serás el centro de la vida -la mia-
donde nadie sabrá que estás por que para ti,
es más importante la labor si no se lucra de su sangre.
Vine exclusivamente para pintarte
de verde y alba esperanza, de que la mejor
parte de tu fragancia son estractos
de armonía y calma para pulverizar
las cosas que no se pueden cambiar
y toca aceptar, amada mía,
eres la imagen viva del amor,
por eso este pintor de sueños
viene descalzo del alma para pintarte
como parte de la natura misma, así,
de verde y alba, inmadura para el mundo,
pero límpida y diáfana para mi ser.