El tiempo me ha llevado
entre sus alas
a un viaje evocado
en la memoria,
a la esquina lejana
de tu barrio
y a una primavera
en el ocaso.
Recordaras, dulce mía,
aquella noche:
El dia era seis,
el mes Diciembre
y un viento que jugaba
con tu pelo,
dejaba imperturbable tu chasquilla.
Un breve instante,
un silencio;
la noche de tus ojos
me miraba,
el rosa de tus labios invitaba
para el esquivo beso
que anunciaba.
Tu boca eran fresas
esa noche,
tus labios y los míos
se juntaban
y en un ansiado beso
que quemaba,
se anidaba el amor
entre mis labios.
No puedo describirte
ya el entorno,
sólo recuerdo el rostro arrebolado
de una jovencita silenciosa
que a un beso del amor
se habia entregado.
Aquel beso robado,
vida mía,
en el mes de un Diciembre
ya olvidado,
ha sido la cadena,
dulce y fuerte,
que siempre a tu calor
me ha sujetado.