Un lucero en el cielo vi
y en esa noche partí,
junto a las estrellas,
que me contaban historias
de amores y de leyendas
de la lejanía de otras vidas.
Entre ellas apareció tu mirada
que como una cascada
mi piel acariciaba,
con su hechizo me embrujaba.
Tu imagen añorada
entre las estrellas contemplé
dibujada;
la besé enamorada
y tú me abrazabas.
Juntos danzábamos
con la música del Universo
y me entregué sin recelo
a ese espacio tan bello.
Después descendí de los cielos,
y me encontré sola en mi lecho.
Sólo fue sólo un hermoso sueño
que imaginé de tanto
como te quiero.
Pero tu imagen añorada,
y la música del Universo
siempre la llevo prendida,
en mi pensamiento.