Hogaño, sólo leo a los poetas viejos,/hundido en las cuevas abisales de la Poesía./Del aplauso espurio y clamoroso lejos,/de los próceres al uso y de la hipocresía./ Del halago facilón apartado: yugo impuesto/ para llenar a diario la barriga./ No busco novedades ni alegrías /que revolucionen las formas literarias:/no quiero más contento que mi gozo./ ( Al llegar aquí, una lágrima bañó la mejilla del poeta )