Aplicando la existencia siente uno la luz,
aire en la piel,
huellas que ahondan en el fango ajenas al peso
-Cae tu pecho sobre el mío
y no tengo más remedio que abrazarte-
Vive en ti la muerte como el amor, acechando la vida.
Testigo de ti envejecen los segundos en mi, a la vez que otros vienen.
Amanece el sol templado en tus entrañas.
Mariposas resistentes al frio, la lluvia y la nieve
revolotean explicando las caricias, como las abejas el alimento.
¿Por qué no?
Morir para nacer las veces que quiera el amor
mientras se aplica en mí la existencia:
Contigo.