Se desvanece en el aire,
arrastrada por el viento,
la tarde sin firmamento
pues la noche se lo exige.
Y va perdiendo su fuerza
y va apagando sus luces
y el astro Sol la seduce
para escaparse con ella.
Y entre sonrojos y brumas
se miran sobre mi río
y a tientas y casi a oscuras
caminan entre suspiros.
Noche, que escribe entre líneas,
el desvelo de los sueños,
y que cubre con su velo
las ilusiones carmíneas.
Es el momento preciso
donde el Amor busca luz
y lo cubre con el tul
del sentimiento imprevisto.
Y se encienden las sonrisas
y se entornan las pestañas,
como si fueran persianas,
saboreando caricias.
Andrés Mª Contel
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