Si los caminos charlaran contigo mujer,
se podría decir, que el ocurrir de tu pensar,
flotaría y se haría lucir en mi juventud.
Si aquel puente en su alza al cielo,
se pudiera ofrecer a nuestra minúscula pena de nuevo,
se podría decir, que el descontento se fue por los ríos,
y los lamentos persistentes obtuvieron su rumbo deseado.
Si la luna en sus dos estados,
ya sean de juventud, o vejez por su existencia,
me pudiera bailar, encima de mis calendarios próximos,
podría mis noches convertirse en un volcán valioso,
y tu podrías amor, ser una aficionada más.
Si las flores en su toque seco,
al igual podrían dibujarse en mi interior,
como si tuvieran pintura a color,
podrían mi palabras tener su recuadro,
y tu harías de la lectura las perlas.
Si las cosas se pintaran en la realidad, y no en mi mente.
Humberto Velásquez
8/12/2013
9:54 a.m.