A Arenilla
¡Oh, libertad, libertad
Tantas veces oprimida
Por el tirano homicida
Para matar la verdad!
Desconoce la piedad.
Y enemigo de la vida
El tirano genocida
No conoce de humildad.
Se cree el tirano eterno
Y se cree redentor
Signado de valentía.
Y al morir se va al averno
Sin esconder el terror
De su absyecta cobardía.