Madrid, 30 de Marzo de 2012
El despertar adormece el silencio,
de quererse levantar y no puedo,
hoy nos despertaremos muy despacio
haremos el amor con mucho tiempo.
Regalándo caricias muy intimas
provocan la sensual ejecución,
jugando entre sabanas sibilinas
espectadoras de la excitación.
La luz del sol entra por la ventana
mostrándonos el suculento albor
que nos ofrece la bella mañana.
Ofreciendo las últimas caricias,
“Te preparo un sabroso desayuno”
¡mi niña! Te deseo muy ¡Buen Día!
Wicttor