Yo aquí extrañándote
en los rincones de mis anhelos,
añorando sentir
el roce de tus dedos,
como se extraña el mar
en medio del desierto,
como se añora el sol
en el frío invierno.
Yo aquí amándote
como el cielo
ama sus estrellas,
como la montaña
adora sus laderas,
como un poeta
venera sus letras.
Y yo aquí, esperándote…